1. Hambre

Una vez que aprendas a reconocer las señales de que tu bebé tiene hambre lograrás darle de comer antes de que comience a llorar. Algunas de ellas incluyen: está inquieto, hace chasquidos con los labios, vuelve la cabeza hacia tu mano cuando le tocas la mejilla, y se lleva las manitas a la boca.

2. Tiene el pañal sucio

Algunos bebés te lo comunican enseguida cuando necesitan que les cambien el pañal. Otros pueden tolerar un pañal sucio durante bastante rato. De cualquier forma, esto es fácil de observar y sencillo de solucionar.

3. Necesita dormir

¡Qué suerte tienen los bebés! Cuando están cansados, pueden simplemente echarse a dormir, donde sea y cuando sea. O, por lo menos, eso es lo que creen los adultos.

En realidad, no es tan fácil como parece. En lugar de quedarse dormidos, los bebés pueden ponerse irritables y llorar, especialmente si están demasiado cansados.

Es recomendable poner a tu bebé a dormir en cuanto bosteza por primera vez en lugar de esperar hasta que el cansancio lo altere.

4. Quiere que lo tengas en brazos

Los bebés necesitan muchos cariños. Les gusta ver las caras de sus padres, escuchar sus voces y sentir los latidos de su corazón y pueden incluso detectar su olor particular. Llorar puede ser su forma de pedir que lo cargues en brazos.

Quizás te preguntes si lo estás “malcriando” teniéndolo en tus brazos tanto tiempo, pero durante los primeros meses de vida no lo vas a malcriar. Para darles a tus brazos un poco de descanso, puedes llevarlo en una mochila delantera portabebés o en un rebozo.

5. Problemas de estómago (gas, cólico y más)

Los problemas de estómago asociados con gas y cólicos pueden causar muchos ataques de llanto. De hecho, la condición conocida como cólico se define como un llanto inconsolable al menos tres horas al día y tres días a la semana, y por lo menos tres semanas seguidas.

Si tu bebé se pone irritable y llora a menudo justo después de comer, quizás tenga dolor de estómago. Muchos padres aseguran que las gotas antigases que se pueden comprar sin receta o un agua medicinal preparada con hierbas y bicarbonato de sodio (conocida en EE.UU. como gripe water) son mano de santo. Pero consulta con tu doctor antes de darle a tu bebé cualquier remedio.

Incluso si tu bebé no tiene cólicos y nunca se ha puesto irritable después de comer, tener muchos gases ocasionalmente puede dejarlo hecho un mar de lágrimas. Si sospechas que esto es lo que le sucede, prueba algo sencillo para ayudarle a sacar el gas, como acostarlo sobre su espalda, sujetar sus pies y mover sus piernas en círculos como si estuviera pedaleando una bicicleta.

Existen otras causas por las cuales tu bebé puede padecer de dolor de estómago. Entre éstas se incluyen: reflujo gastroesofágico, gastroenteritis o “gripe estomacal”, alergia a la leche o intolerancia a la lactosa, estreñimiento y cambios en la dieta así como obstrucción intestinal.

6. Necesita eructar

Si tu bebé llora después de comer, quizás necesite eructar.

Los bebés tragan aire cuando lactan o beben de un biberón y si no sacan el aire pueden sentirse incómodos. A algunos bebés les molesta muchísimo tener aire en el estómago, mientras que otros no parecen necesitar eructar demasiado.

7. Tiene demasiado frío o demasiado calor

Cuando tu bebé sienta frío, por ejemplo, cuando le quites la ropa para cambiarle el pañal te expresará a través del llanto que se siente incómodo.

A los recién nacidos les gusta estar abrigados y calentitos. Como regla general, necesitan tener una prenda de abrigo más que tú para sentirse cómodos. Es menos probable que se quejen de tener demasiado calor que de tener mucho frío y tampoco llorará de manera tan enérgica.

8. Algo pequeño le molesta

Los bebés se pueden sentir incómodos por algo difícil de notar como un cabello enroscado con fuerza en un dedito del pie o de la mano que le corta la circulación. Ésta es una de las primeras cosas que comprueban los doctores cuando examinan a un bebé que llora sin motivo aparente. Y algunos bebés son muy sensibles a las etiquetas de la ropa o a telas rasposas, así que puedes cortarle las etiquetas a su ropa o ponerle prendas suavecitas.

9. Dentición

La dentición puede ser dolorosa cuando cada dientecito empuja a través de las tiernas encías. Algunos bebés sufren más que otros, pero todos tenderán a estar irritables y a llorar en un momento dado.

Si parece que a tu bebé le duele algo, pero no estás segura de qué es, pásale un dedo por las encías. Quizás te sorprenderás al descubrir el bultito duro de un diente de leche que está a punto de salir.

El primer diente suele salir entre los 4 y los 7 meses, pero puede salir antes.

10. Quiere menos estimulación

Si bien los bebés aprenden de la estimulación que ofrece el mundo que les rodea, a veces les puede resultar difícil procesarlo todo y pueden sentirse abrumados con tanta actividad: las luces, el ruido o que lo pasen de mano en mano. El llanto es su forma de expresar que “ya ha sido suficiente por hoy”.

Si tu bebé empieza a llorar desconsoladamente, llévalo a algún lugar tranquilo y déjalo desahogarse un rato. Después haz alguna actividad tranquila para consolarlo, como acunarlo, o cantarle una canción de cuna.

11. Quiere más estimulación

Tu nene puede ser uno de esos bebés “exigentes” y extrovertidos que siempre quieren explorar. Es posible que la única manera de calmarlo cuando llora es manteniéndolo activo. ¡Esto puede ser muy pesado para ti!

Puedes pasear a tu bebé en una cangurera, mochila frontal o rebozo. Llévalo a grupos de juegos o visita a amigos que tienen bebés. También pueden ir a la hora de cuentos para bebé en tu biblioteca local, al zoológico o al parque.

12. No se siente bien

Si acabas de alimentar a tu bebé y de cerciorarte de que está cómodo, pero todavía sigue llorando, quizás es porque está a punto de caer enfermo. Tómale la temperatura para ver si tiene fiebre y observa si presenta algún otro signo de enfermedad.

El llanto de un bebé enfermo suele ser distinto del llanto de un bebé que tiene hambre o está frustrado. Si el llanto de tu bebé suena como que “algo va mal”, confía en tu instinto y llama al doctor.

 

Fuente: Baby Center