Vivir sin audífonos es algo que no podríamos imaginar.  Estos diminutos pero útiles dispositivos se han vuelto indispensables en nuestras vidas porque podemos escuchar música y podcasts en cualquier lugar y además nos sirven como manos libres. Estas maravillas nos pueden salvar de momentos aburridos, pero ¿te has puesto a pensar que esto puede llegar a ser poco higiénico?

Primero que nada, debes saber que tus oídos no sólo están llenos de cera, sino también de bacterias y piel muerta. Esto no es algo malo, ya que la cera es producida por el oído como reacción protectora contra el polvo y otros gérmenes. Generalmente los tipos de flora microbiana encontrados en este lugar son estreptococos, pseudomonas y estafilococos, las cuales no causan ningún tipo de infección en otras partes del cuerpo. Pero no debes confiarte, ya que si la cantidad de bacteria aumenta y llega a pasar el umbral del cuerpo se podría desarrollar una infección en el oído.

Probablemente te preguntarás qué tienen que ver los audífonos con esto. Dichos dispositivos, están en constante contacto con diferentes superficies por lo que al introducir y retirarlos de tus oídos se quedan con residuos de cera, facilitando que recojan las bacterias y partículas que se encuentran en dichas superficies. Por ello, al volverlos a introducir, junto con ellos ingresan miles de gérmenes.

Estudios realizados por la Universidad de Arizona, indican que los audífonos multiplican 11 veces las bacterias en los oídos. Por ello es importante que jamás compartas tus audífonos con alguien más, ya que cualquiera de las bacterias mencionadas anteriormente podría estar presente en sus oídos y llegar fácilmente a los tuyos. Esto se vuelve peligroso cuando las bacterias entran en contacto con una herida aún abierta, ya que se pueden desarrollar infecciones cutáneas.

Además, los audífonos bloquean el paso de aire a los oídos, causando un aumento de bacteria. Lo mejor es desinfectarlos frecuentemente, jamás prestarlos y mantener una correcta higiene. Es recomendable que los guardes en un estuche para evitar que recojan bacterias y otras partículas.

Fuente: Buzzfedd México