La mayoría de los adolescentes quieren adquirir más independencia y controlar varios aspectos de su vida, entre esos está la comida. Para los padres el reto consiste en fomentar a sus hijos el interés por cuidar su alimentación. En esta etapa, en especial los mayores de 15, necesitan más nutrientes y energía que el resto de las personas y niños.

Investigaciones recientes revelan que son precisamente los adolescentes los que tienen niveles muy bajos de hierro, calcio, zinc, magnesio, vitamina B y ácidos grasos. Y al mismo tiempo niveles altos de sodio, grasa y azúcar. Los menores de 15 años necesitan la misma cantidad de calorías que los adultos, y más a partir de esta edad.

Se recomienda el consumo de grasas saludables como aceite de oliva, pescados grasos, nueces, almendras, aguacate, disminuyendo así el riesgo de sufrir problemas cardiacos.

La necesidad de calcio es mayor que en otras etapas, ya que éste es vital en la formación de huesos y dientes fuertes, la densidad ósea aumenta con rapidez a esta edad. Sin embargo, el 20% de las mujeres y el 10% de los hombres no reciben cantidades suficientes.

Las comidas de los jóvenes deben contener 3 claves importantes:

UNA PROTEÍNA- como pechuga de pollo o pavo, bacalao, atún, salmón, camarones, dos huevos, quesos blancos, etc.

UNA GRASA- leche semidescremada, aguacate, aceitunas, mayonesa light, una cucharada de aceite de oliva, nueces, yogurt, etc.

UN CARBOHIDRATO- pasta integral, arroz, pan integral, brócoli, espárragos, lentejas, frijoles, habas cocidas, pepino, apio, etc.

Las porciones de alimento que se deben tomar son: 40% de carbohidratos, 30% de proteínas, 30% de grasas, por cada 4 gr de carbohidratos, debes ingerir 3 gr de proteínas y 3 gr de grasas.

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