El asma no sólo es causada por hacer actividad física, sino también por partículas que se encuentran en el ambiente de trabajo, las cuales provocan la inflamación de las vías respiratorias, generando una sensación de opresión en el pecho, tos, sibilancias y dificultad al respirar.

El asma ocupacional se presenta en personas con vías respiratorias sensibles y que se encuentran en un ambiente laboral en el que es fácil inhalar sustancias llamadas factores desencadenantes. Los más comunes son:

  • El polvo de la madera
  • Hongos
  • Químicos
  • Polvo

Los oficios con mayor riesgo son:

  • Fabricantes de detergentes
  • Fabricantes de medicamentos
  • Trabajadores en laboratorios
  • Personas que trabajan con madera
  • Personas que trabajan con plástico
  • Personas que trabajan con metales

Los síntomas suelen presentarse cuando se está expuesto a la sustancia por un largo tiempo y generalmente desaparecen en periodos vacacionales o de descanso, lo cual es un claro indicador de que el empleado está siendo afectado por alguna sustancia presente en el lugar de trabajo.

Si los síntomas de asma comienzan a presentarse, es fundamental que te realices ciertos estudios como exámenes de sangre, pruebas de provocación bronquial, radiografías de tórax, pruebas de tasa de flujo expiatorio y pruebas de función pulmonar. Estos exámenes determinaran qué es lo que dispara los síntomas. Asimismo, pueden aclarar si se trata de asma o de otro padecimiento como alguna alergia y pueden ayudar a encontrar algún anticuerpo.

En caso de que las pruebas sean positivas, lo adecuado sería pedir un traslado a una zona de trabajo en la que no te encuentres expuesto a las sustancias que son dañinas para ti o reducir el tiempo de exposición a éstas. Además, tendrás que utilizar un protector respiratorio. Si ves que los síntomas no desaparecen o que empeoran, lo mejor será que consideres cambiar de trabajo.

Fuente: Medline Plus