Dr. Carlos Aranda, Ginecólogo-oncólogo

El cáncer es una de las principales causas de muerte en mujeres mexicanas, y aunque es un padecimiento común, los casos en que se asocia al embarazo son poco frecuentes, pues afecta a una de cada 10 mil mujeres durante esta etapa.

Sin embargo, son muchas las dudas que pueden surgir sobre las consecuencias de este padecimiento en mujeres en edad reproductiva, sobre todo en aquéllas que han sido diagnosticadas durante la etapa gestacional.

Pronóstico y tratamiento

El cáncer cervicouterino es el más común durante el embarazo. Afortunadamente, suele detectarse en la primera de las cuatro etapas de la enfermedad, es decir, cuando aún está localizado en el cuello de la matriz, durante las visitas regulares al médico.

La mayor parte de las lesiones del cáncer del cuello uterino en etapas tempranas tienen muy buenos resultados, incluso se puede llevar a cabo un tratamiento durante el embarazo.

Si el cáncer está en una etapa intraepitelial sólo se vigila y no empeora su pronóstico, ya que la biología del cáncer del cuello uterino es de progresión muy lenta. En lesiones más avanzadas, se pueden dar quimioterapias después de la semana 12, es decir, después del primer trimestre.

Si la enfermedad está más avanzada, fuera del cuello de la matriz, lo que tenemos de tiempo de espera para el tratamiento son seis semanas, no más; la quimioterapia tiene que administrarse para no poner en riesgo la vida de la madre.

Cuando la mujer tiene menos de 20 semanas de embarazo y la enfermedad está en la etapa 2 o más avanzada, tenemos que privilegiar el tratamiento oncológico y, desgraciadamente, muchas veces la histerectomía (quitar la matriz) implica la extirpación del producto de la gestación.

Quimioterapia y embarazo

Cualquier medicamento puede tener efectos secundarios en el embarazo, sin embargo, se ha definido muy bien cuáles ya son permisibles durante esta etapa. Pero, ¿qué pasa con el bebé cuando la mujer ha sido sometida a quimioterapia?, ya sea con cáncer de mama, que es el más común en mujeres mexicanas, o con cáncer del cuello uterino. Estos bebés se monitorizan permanentemente, con el perinatólogo o con médicos especializados en medicina fetal.

Los efectos secundarios pueden ser dos:

  1. Bajo peso al nacer
  2. Retraso en el crecimiento intrauterino

Actualmente hay protocolos que consisten en vigilar a los recién nacidos que han sido sometidos a quimioterapia in utero, para ver si a largo plazo podrían desarrollar una neoplasia secundaria a la quimioterapia en las primeras etapas de su vida.

Afortunadamente, la mayoría de las pacientes que presentan cáncer durante el embarazo llegan a buen puerto. Lo ideal es que la paciente acuda regularmente al médico antes, durante y después del embarazo, esto ayudará a diagnosticar la enfermedad a tiempo.

Bookmark and Share