Dr. Samuel Justiniano Cordero

Cardiologo y Rehabilitador Cardíaco

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define al ejercicio como una variedad de la actividad física, que se lleva a cabo de manera estructurada, planificada y repetitiva, con objeto de mejorar o mantener uno o más componentes de la aptitud física. A pesar de que la población en general conoce los beneficios del ejercicio, más del 60% de los adultos a nivel mundial se consideran sedentarios o que su actividad física es mínima. El sedentarismo hoy es considerado un factor de riesgo independiente para desarrollar enfermedades cardiovasculares y la OMS lo ubica en cuarto lugar como factor de riesgo de mortalidad general.

Nuestro país no está exento de esta problemática, la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2012) reporta que en México, hubo un importante incremento en la inactividad y el número de horas sentados frente a la pantalla (TV o computadora) en los encuestados, comparado al 2006.

Por lo que es muy importante se conozca, que al realizar una actividad física regular, fomentamos un “acondicionamiento cardiovascular” que a su vez permite disminuya la frecuencia cardiaca o número de pulsaciones por minuto y la presión arterial de reposo y durante el esfuerzo “mejora la reserva cardiaca de oxígeno”, este acondicionamiento además permite prevenir otros padecimientos y enfermedades relacionadas a la inactividad física como la osteoporosis, el cáncer de mama y de colon, entre otras.

La propuesta es que hagamos ejercicio al menos 30 minutos, 5 días a la semana, lo que permite:

Reducir el riesgo de muerte prematura o súbita.

Reducir el riesgo de muerte por enfermedad cardiaca o accidente cerebrovascular, que juntas representan un tercio de la mortalidad total.

Reducir hasta en un 50% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo II o cáncer de colon.

Contribuye a prevenir la hipertensión arterial, que afecta a una quinta parte de la población mundial adulta.

Disminuir el tabaquismo o ayuda a suspenderlo.

Contribuye a prevenir la aparición de la osteoporosis, disminuyendo hasta en un 50% el riesgo de sufrir una fractura de cadera.

Ayuda a desarrollar y mantener sanos los huesos, músculos y articulaciones y disminuye el riesgo de padecer dolores lumbares y de espalda.

Contribuye al bienestar psicológico, reduce el estrés, la ansiedad, la depresión y los sentimientos de soledad.

Ayuda a controlar el peso disminuyendo el riesgo de obesidad hasta en un 50%.

En general mejora la calidad de vida.

Para concluir cabe resaltar que existen diferentes tipos o formas de hacer ejercicio. El de tipo aeróbico o isotónico que implica movimiento de articulaciones y diferentes partes del cuerpo generalmente por periodos largos de tiempo, como nadar, caminar, ciclismo, el ejercicio de resistencia o isométrico que es más bien de tensión y llevado a cabo por periodos cortos como levantar pesas o realizar carreras cortas, por ultimo están los ejercicios de flexibilidad y relajación como el yoga entre otros.

Al llevar a cabo una actividad física no se debe olvidar hacerlo en etapas de: 1) calentamiento, 2) entrenamiento o ejercicio y 3) de enfriamiento o relajación.