Incluso las personas más sociables y sociales necesitan un lugar para estar solos. Tu dormitorio debe ser un remanso de tranquilidad, un lugar para acurrucarse con un buen libro, apartarte y ver la televisión, o simplemente relajarte lejos del mundo. Solo el tiempo es importante, y puede ser difícil de encontrar, especialmente si tiene hijos o una familia numerosa.
Pasas un tercio de toda tu vida durmiendo; por lo tanto, la sala donde se realiza esta actividad debe optimizarse para promover una buena noche de sueño. La persona promedio debe dormir 8 horas al día, lo que equivale a aproximadamente 229,961 horas de sueño en la vida. Todos sabemos que obtener la cantidad necesaria de sueño es clave para mirar, sentir y dar lo mejor de nosotros. Al despertarse en un ambiente relajante y limpio, con un colchón cómodo y un espacio claro y optimizado, puede aumentar la cantidad y la calidad de su sueño.
Entre equilibrar el trabajo y la vida social, tu cerebro y tu cuerpo pueden tener un exceso de trabajo. Sin el ambiente perfecto y tranquilo para relajarse, lo cual puede ser difícil. Puedes disminuir tus niveles de estrés teniendo un lugar para escapar; en la forma de su dormitorio refugio.
Elige los colores adecuados. Tal vez los colores brillantes y vibrantes sean de tu agrado. Pero si consideras que los colores pueden afectar tu energía y tu capacidad para dormir, lo ideal es elegir para tu recámara tonalidades que promuevan un ambiente de tranquilidad, como los colores pastel en las gamas de azul y verde. Si quieres dar toques de colores más intensos, úsalos en accesorios como almohadas o ilustraciones.
Necesitas un buen colchón. Si tu colchón ya tiene mucho tiempo y empieza a sentirse abultado, demasiado duro o demasiado blando, es hora de cambiarlo. Al comprar uno nuevo, asegúrate de probarlo antes de elegir. Comprueba que resulta cómodo para ti y, de preferencia, elige uno ergonómico, de los que están elaborados con materiales y diseños que se adaptan a la forma de tu cuerpo para ayudarte a tener un mejor descanso.
Evita las decoraciones recargadas. Mientras más minimalista sea tu dormitorio, mejor. Ten en ese espacio lo esencial, lo que te ayude a estar cómodo y te dé una sensación de bienestar. Por ejemplo, en lugar de tener ahí un librero repleto, coloca una pequeña repisa con algunos de tus títulos favoritos, o en lugar de tapizar las paredes con fotos, elige unas cuantas y colócalas en pequeños marcos o en un marco múltiple que tenga un diseño lindo.
Prefiere los materiales naturales. Tu dormitorio debe aportarte paz y alegría. Elige materiales naturales y suaves, los cuales te ayudarán a tener un mejor flujo energético y a descansar mejor. Prueba con muebles y accesorios de madera clara, algodón, lino y manta, y colores claros y neutros.
Mantenla limpia y ordenada. Además de que el desorden puede ser un indicio de que algo no anda bien con tus emociones, también te puede afectar energéticamente y convertirse en un obstáculo para el buen descanso. Por eso, es importante que mantengas toda tu casa, y en especial tu recámara, limpia y en orden. Tiende la cama todos los días, coloca la ropa limpia y sucia en su lugar, elige un espacio especial para acomodar tus zapatos y devuelve las cosas que utilices a su sitio.
Deja fuera los aparatos electrónicos. Aunque es muy común tener la televisión y la computadora en la recámara, esto no es recomendable, porque la luz que emiten puede tener un impacto negativo en tu sueño. Lo ideal es tener un espacio aparte, como la sala o el estudio, para el uso de ese tipo de dispositivos, de modo que no se conviertan en una distracción que obstruya tus horas de descanso. Lo mismo aplica para el celular; evita usarlo un par de horas antes de dormir, para que no te quite el sueño.
Considera colocar luces más tenues. Además de la lámpara principal que ilumina con intensidad, es recomendable que coloques una lámpara que emita una luz más tenue, de modo que la luminosidad no afecte el tiempo que tardas en quedarte dormido. Esto se debe a que tus ojos y tu mente necesitan tiempo para adaptarse, y pasar de una luz brillante a una oscuridad repentina no es lo mejor antes de dormir. Otra alternativa es colocar luces cuyo nivel de brillo se pueda programar para que cambie poco a poco.
Fuente: harmonia.la/