¿Alguna vez has escuchado hablar del placebo? Es el efecto que logra que un paciente se sienta mejor cuando se le da una pastilla del mismo color, forma y tamaño que el medicamento, pero sin un efecto farmacológico. Lo interesante, es que no sólo con una medicina se puede lograr, sino que hay muchas formas de llegar a este punto.

El nombre de este efecto viene de placere, verbo latino que significa complacer y ha tenido distintos significados a lo largo de la historia. Fue en 1955 cuando Henry K. Beecher, anestesista americano acuñó el termino “efecto placebo”, ya que se dio cuenta que un tercio de sus pacientes mejoraban con una pastilla semejante a su medicamento pero sin efecto.

De ahí, se empezaron a hacer más estudios sobre este efecto y se llegó a la conclusión de que no es necesario suministrar una pastilla o una inyección para tener esta ventaja.

De hecho, el buen trato que enfermeras y doctores le dan al paciente, puede mejorar sus síntomas y hasta desaparecer el problema, simplemente porque el cerebro se siente mejor con todos los cuidados y atención recibidos.

De ahí que los métodos alternativos de sanación, como la homeopática, acupuntura o flores de bach, funcionen. En éstos, la atención al paciente es mayor y el trato es muy personalizado.

Todos hemos sentido alguna vez el efecto placebo, se puede presentar hasta cuando se toma una pastilla que sí tienen un efecto verdadero, pero nos empezamos a sentir mejor antes de que éste tenga tiempo para actuar.

Fuente: batanga