1.- Correr no es sólo correr

Para correr sin riesgos tienes que combinarlo con otras actividades físicas. Cuando comencé a correr no dejaba de hacerlo todos los días. Era una especie de adicción correr más rápido y más tiempo, hasta que una fisioterapeuta me paró a tiempo.

La semana tiene siete días. Qué te parece si tres los dedicas a correr, uno a nadar, otro a bicicleta, y combinas estos días con actividad en gimnasio para fortalecer pierna, abdomen, brazo y espalda. Los otros dos días puedes descansar o salir a caminar.

2.- Calienta y estira

Tal vez estés comenzando a correr y en este momento estés trotando 10 o 15 minutos y pienses que no necesitas calentar o estirar. ¡Error! Dedícale al menos 5 minutos a tu estiramiento/calentamiento antes y después de la carrera.

Calentar y estirar te permitirá entrar de lleno a tu carrera y que tu ejercicio sirva más. Y te apuesto a que verás resultados en tus tiempos y en tu cuerpo de una forma más efectivo.

3.- Al correr no caigas con los talones

Si comenzaste a correr no faltará quien te diga “¿Vas a correr? ¡Adiós rodillas!” Y déjame decirte, tienen razón si no lo haces de la forma correcta. Si lo haces correctamente pasarán décadas y seguirás en las pistas riéndote de ese comentario.

Si caes con los talones el impacto será directo a tu rodilla, sin embargo, si caes con la parte media de la planta del pie, entonces estarás realizando un ejercicio perfecto.

4.- Ten especial cuidado en las bajadas

Si te inscribes en una carrera, te darás cuenta de que muchos corredores aprovechan las bajadas para meterle velocidad y ganar tiempo. No los imites. Las bajadas son muy peligrosas, y menos si no sabemos cómo hacerlo.

5.- Acude a masajes de descarga muscular

Después de un tiempo de correr y hacer ejercicio tal vez notes los músculos de tus piernas muy duros. Una parte es porque tu ejercicio está dando resultados, así que date un aplauso, pero otra parte es porque están guardando tensión y eso puede causarte una lesión.

Para descargar la tensión de tus músculos te recomiendo acudir a tu fisioterapeuta de confianza una vez cada 3 o 4 meses, y antes y después de una carrera de 21 kilómetros o más.