El virus se identificó en 1947 en Uganda por primera vez, en los bosques de Zika, cuando se hacía un estudio sobre la transmisión de la fiebre amarilla.
Este virus pertenece al género flavivirus, y es transmitido por la picadura de un mosquito del género aedes. Es parecido al virus del Nilo occidental, dengue, encefalitis japonesa y fiebre amarilla.
Los síntomas más comunes de este virus son fiebre, erupción cutánea, conjuntivitis, dolor muscular y malestar general que comienza de dos a siete días después de la picadura de un mosquito infectado. En casos especiales se presenta diarrea, falta de apetito y vómito.
El tiempo de incubación oscila entre tres y 12 días. Al pasar este periodo, se presentan los síntomas. Una de cada cuatro personas infectadas desarrollan los síntomas de la enfermedad.
Para tratarlo se recomienda tomar paracetamol y no aspirina, ya que ésta aumenta el riesgo de sangrado. Para prevenir la deshidratación es importante controlar la fiebre, descansar y tomar mucha agua. No existen vacunas o alguna medicina en especial para tratar este virus. Sin embargo, la mayoría se recupera y la tasa de hospitalización no suele ser alta.
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Lo que sabemos
- El zika se propaga principalmente a través de la picadura de un mosquito de la especie Aedes (Ae. aegypti y Ae. albopictus) que esté infectado. Estos mosquitos pican durante el día y la noche.
- El virus del zika puede pasar de una mujer embarazada al feto. La infección durante el embarazo puede causar ciertos defectos congénitos.
- No hay vacuna ni medicamentos para el zika.
- La enfermedad también se puede contraer vía sexual.
- Las mujeres embarazadas no deben viajar a lugares con riesgo de zika.
- Los viajeros que regresan desde un área con riesgo de zika deberían tomar medidas para prevenir las picaduras de mosquitos durante 3 semanas para no transmitir el zika a mosquitos no infectados. Si un mosquito pica a una persona mientras el virus del zika sigue presente en la sangre de dicha persona, el mosquito puede infectarse y diseminar el virus al picar a otras personas.
Las parejas en que uno de los integrantes vive en un área con riesgo de zika o ha viajado allí, especialmente si la mujer está embarazada o planean concebir, deberían tomar medidas para protegerse durante las relaciones sexuales. El virus del zika puede permanecer en el semen durante meses después de la infección (incluso si no tiene síntomas) y se puede transmitir a la pareja sexual durante ese lapso.
Fuente: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades