Desde hace varias décadas, la industria de los alimentos se ha enfocado en crear sustitutos de azúcar que no aportan calorías, obteniendo diversos tipos de edulcolorantes. Al mismo tiempo de la aparición de estas moléculas artificiales surgieron dudas sobre su seguridad y sobre los daños que podrían ocasionar en el cuerpo humano.

Si bien las principales agencias de control del planeta han aprobado su uso cotidiano, muchas otras organizaciones refieren con base en estudios, que su consumo da lugar a problemas de salud, especialmente en poblaciones vulnerables.

En el marco del Congreso Argentino de Diabetes, la doctora Bernadene Magnuson, investigadora canadiense, especializada en regulación alimentaria y toxicología, expuso la actual evidencia científica disponible sobre la seguridad de los edulcorantes no calóricos, especialmente entre embarazadas y niños.

La investigadora recomendó a las personas que padecen enfermedades como diabetes u obesidad, recurrir a los edulcorantes no calóricos en forma cotidiana para endulzar sus comidas y bebidas, razón clave para repasar lo que se sabe sobre estas moléculas.

Magnuson afirmó que muchos sitios de internet acusan falsamente a los endulzantes, como el aspartame o la estevia, de poseer muchos efectos secundarios como cáncer.

“Esto es muy confuso para los consumidores que no tienen la experiencia para evaluar los estudios científicos y se preocupan innecesariamente por el consumo de estos productos. Los edulcorantes no calóricos pueden beneficiar a las personas con diabetes al disminuir el consumo de azúcar, y a los obesos a controlar su peso corporal, mientras comen dulces”.

En su presentación -hecha para para diabetólogos y nutricionistas- Magnuson afirmó que “los edulcorantes no calóricos hoy disponibles en el mercado son seguros para todas las poblaciones”, e hizo especial hincapié en niños y embarazadas que suelen ser los grupos que necesitan más precauciones.

La especialista aconseja a los consumidores tener tranquilidad y confianza si un producto ha sido aprobado y se comercializa a nivel mundial. “Se trata de sustancias analizadas y aprobadas por diversos organismos reguladores alrededor del mundo, incluida la Organización Mundial de la Salud y la Autoridad Europea para la Seguridad de Alimentos, entre otros. De acuerdo a los dictámenes de estas autoridades, el consumo de edulcorantes no calóricos es absolutamente seguro para cualquier persona, incluidos niños, ancianos y mujeres embarazadas, en cuyo caso las ventajas son múltiples”, concluyó.