Ahora que ha nacido tu bebé y por fin lo tienes en casa,te recomendamos que tomes en consideración los siguientes tips, sobre todo si eres una mamá primeriza.

Consume una dieta balanceada y toma muchos líquidos para que tengas una buena cantidad de leche y de buena calidad. Limpia siempre tus pechos al iniciar y terminar la lactancia con agua simple. Si notas resequedad lubrica tus pezones con aceite de almendras.

Cuando estés lactando evita fumar, tomar bebidas alcohólicas y comer alimentos demasiado condimentados o irritantes. Pero sobre todo evita tomar medicamentos que no estén prescritos por tu médico. Pídele a tu médico que te recomiende un suplemento alimenticio para mujeres en periodo de lactancia, que te brinde un alto contenido de proteína además de ácido fólico, calcio, fósforo, hierro y fibra, sustancias que tu cuerpo necesita para la óptima producción de leche.

El Acido Docosahexaenoico (DHA) y el Acido Arquidónico (ARA) se encuentran de manera natural en la leche humana y en estudios clínicos se ha demostrado que favorecen un óptimo desarrollo mental y visual de los bebés.

En caso de que tu pediatra te recomiende complementar la alimentación de tu bebé con alguna fórmula, asegúrate que ésta cuente con DHA y ARA en niveles similares a la leche humana, únicos que han demostrado ser benéficos.

Cuando tengas cita con tu pediatra para la aplicación de las vacunas correspondientes a su edad, consulta con él acerca de las instrucciones para su alimentación de acuerdo a su talla y peso, ya que él vigilará su crecimiento, estado de salud y desarrollo psicomotor.

Aliméntalo de 10 a 15 minutos de cada lado y empieza con el pecho que terminaste la última vez.

Puedes alimentarlo cuando te lo demande o en intervalos de tres a cuatro horas.

El cordón umbilical se le caerá en 10 días aproximadamente, mientras tanto deberás realizar un aseo especial cada vez que le cambies el pañal. Con una solución antiséptica recomendada por tu pediatra, sécalo perfectamente y coloca una gasa estéril antes de ponerle el pañal. Si notas que hay alguna secreción o mal olor, consulta inmediatamente a tu pediatra. Si tu bebé es varón y le hicieron la circuncisión, deberás darle baños de esponja los primeros tres o cuatro días; después de ese tiempo podrás empezar a bañarlo normalmente limpiándole con mucho cuidado la zona operada. Aplica una pomada antiséptica como lo recomiende tu pediatra y evita usar talco.

Para el baño asegúrate de tener jabón neutro, champú, esponja suave y una toalla de algodón a la mano. Es recomendable que la temperatura ambiente de la habitación donde lo bañes esté entre los 20° y 25° C y el agua de la bañera entre los 30° y 32° C. Al finalizar el baño, dale un delicado masaje de cuerpo con una crema para piel sensible. Córtale las uñas con frecuencia para evitar que se rasguñe. Para hacerlo utiliza tijeras de punta chata, y córtalas en línea recta sin redondear las esquinas ya que se éstas se podrían enterrar. Te recomendamos cortárselas cuando esté dormido, así estará quieto y no lo lastimarás.

Durante los primeros días de vida dale a tu bebé baños de sol a través de una ventana, durante 10 o 15 minutos diarios, procurando no exponerlo a cambios bruscos de temperatura. Consulta a tu pediatra. Si alguno de los miembros de la familia en contacto con tu bebé tiene gripe, es recomendable usar un cubre bocas para evitar contagios a tu bebé.

Cuando quieras dormir a tu bebé colócalo en un sitio seguro y confortable; es recomendable que lo pongas de lado colocándole una almohadita en su espalda.

Las evacuaciones varían de acuerdo a cada bebé y la alimentación que tenga. Deberás cambiarle el pañal cada vez que orine o evacue para evitar rozaduras en su piel.

Recuerda que los cuidados y el amor que le des a tu bebé en esta etapa son de suma importancia para generarle la seguridad que le acompañará a lo largo de toda su vida.

Por: Dr. Eduardo Álvarez

Presidente del Consejo Mexicano de Certificación en Pediatría