Dr. Fermín Valenzuela

La incorporación de la figura de Tercero Autorizado a la Ley General de Salud en 1998 permitió la ampliación de la cobertura para el establecimiento del programa de medicamentos genéricos en el país. Sin su participación, hubiera sido imposible la certificación de la calidad de los medicamentos genéricos. Con el tiempo, se ha ampliado la figura de Tercero Autorizado, como lo señala la Dra. Zúñiga, en este Suplemento, pero todos trabajan para lograr que la regulación sanitaria se lleve a cabo de forma expedita y eficiente, lo que asegura que los procesos y los insumos para la salud cumplan con los lineamientos sanitarios y aseguren la calidad de los mismos.

Los insumos para la salud han sufrido un avance importante en los últimos años, lo que ha llevado a la necesidad de contar con unidades de Terceros Autorizados altamente calificados y con equipos de tecnología de punta. No son únicamente las personas y los equipos, sino también la calidad de los procesos los que han sufrido cambios para asegurar que la labor de los terceros autorizados auxilien a las Autoridades Sanitarias de manera adecuada y se pueda cumplir con la prevención de riesgos.

La figura del Tercero Autorizado es el de ser auxiliar de la Administración Pública en diversas funciones, como lo menciona en este suplemento el Lic. de Stéfano. Esta figura permite a la Autoridad Sanitaria ejercer sus funciones de aseguramiento de la calidad de medicamentos, alimentos, vacunas, etc. sin tener que contar con extensos laboratorios y personal calificado en su estructura y dar esta tarea a terceros. La Autoridad Sanitaria se asegura, mediante procesos bien establecidos, de la idoneidad de los terceros en cualquiera de las funciones y sólo hasta que hay una constancia objetiva plena de la capacidad científica y técnica de las personas y de la existencia de una infraestructura adecuada es que la Autoridad Sanitaria confiere el carácter de tercero, mediante una autorización con una vigencia de dos años que debe ser renovada, después de cerciorarse de que continúan las condiciones iniciales y que ha habido un adecuado desempeño.

Los Terceros Autorizados, en materia de medicamentos, tienen gran responsabilidad, ya que son los que certifican la calidad de los productos que se usan para el tratamiento de pacientes y en donde el médico, al prescribirlos, espera una determinada respuesta terapéutica y conoce de antemano los riesgos que esta prescripción conlleva. Un medicamento que no cumpla con los criterios de calidad no tendrá la respuesta esperada y esto hace que los riesgos se magnifiquen. Así la responsabilidad de los Terceros Autorizados es muy alta y tienen distintas implicaciones, desde la ética, lo social, lo regulatorio y la salud de los pacientes. Así los Terceros Autoridades en materia de salud, colaboran con la Autoridad Sanitaria para dar la certeza a la población de que los insumos que consumen son seguros y eficaces.