Actualmente se puede llegar a tener una vida sedentaria. Con tantas horas de trabajo en la oficina, a veces es difícil realizar actividad física, pero tenemos que encontrar la manera en la cual movernos dentro de los horarios laborales, sino nos podríamos causar los siguientes daños a nuestro cuerpo:
- Debilidad en la columna. Tu espalda, al no tener movimiento constante, pierde flexibilidad, por lo cual te hace más propenso a lastimarse en la realización de algunas actividades.
- Flacidez en los glúteos. Si no se camina, no se fortalece esta parte del cuerpo, por lo cual a largo plazo crea flacidez. Aparte de la mala apariencia física, tener los glúteos de esta manera puede hacer que pierdas tu estabilidad y capacidad para moverte.
- Degeneración muscular. Al tener poco movimiento en los músculos abdominales y al estar apretando los de la espalda, se hace una postura poco natural del arco de la columna que ocasiona hiperlordosis.
- Mala circulación. Al no estar en movimiento, la sangre circula de manera más lenta por las piernas y se estanca, lo que genera varices, pero también puede llegar a ser una trombosis venosa profunda.
- Huesos blandos. Al estar en movimiento, los huesos se engrosan y fortalecen para facilitar la actividad, si no se mueven en todo el día, ahorran recursos. Mucha gente que pasa varias horas al día tiene problemas de osteoporosis.
- Mal funcionamiento del cerebro. El bombeo de la sangre se estimula a través del movimiento, lo que desencadena la liberación de diversos productos químicos, mejorando el estado de ánimo. Al no tener estos químicos, el cerebro y el estado de ánimo decae, al igual que la función cerebral.
Así que ya sabes, para evitar todos estos daños, sólo necesitas realizar un poco más de actividad física diaria. Aprovecha cualquier ocasión para levantarte de tu lugar y ponerte en movimiento.
Fuente: Bienestar 180