Cuando vamos al supermercado y hacemos nuestras compras, siempre buscamos en un producto: excelente calidad, buen precio y que sepa deliciosamente rico.

Últimamente se ha expandido la variedad de productos en el mercado  las cuales nos ofrecen alimentos que también podríamos encontrar en cualquier verdulería y nosotros los podríamos preparar de manera natural.

Algunos de ellos son:

Carne molida

Tomate enlatado

Salsas preparadas

Papas congeladas

Sopas e incluso hasta arroz a la jardinera

¿Sabes el daño que nos puede causar alimentarnos con este tipo de productos?

Si de plano ya no tuviste tiempo de pasar a la carnicería por tu kilo de carne molida y la compras en el súper, debes saber que aunque tenga un color uniforme en tono rosado, “En un supermercado, no vas a encontrar carne picada sino algo que se parece pero que llaman ‘burguer meat’ y no es solo carne, sino que contiene una serie de aditivos”, explica Juan Revenga, biólogo, nutricionista y autor de varios libros sobre alimentación.

Esto es práctico pero no es lo mismo que pedirle a tu carnicero de confianza que él mismo te ponga tu carne molida y así no vas a tener dudas de lo que estás comiendo exactamente.

Si el puesto de Doña Marta ya estaba cerrado y no pudiste comprar el jitomate y decidiste sustituirlo por el tomate enlatado, es posible que estés ingiriendo una porción importante de azúcar y de sodio ya que contiene 7.5 mg de azúcar y 1200 mg de sal.

La mejor opción es preparar el concentrado de jitomate en casa, usando tomates maduros, aceite de oliva e incluso optar por sal sin sodio.

Si hablamos de las deliciosas palomitas, las que compramos en la tienda suelen usar aceite de girasol o de palma para ahorrar costos y no es nada sano. Por eso es mejor comprar maíz palomero en el mercado, y hacer palomitas caseras, así controlarás cuánto aceite y cuánta sal ocuparás en ellas y podrás tener unas palomitas más sanas.

Para botanear o acompañar, es típico hacer nuestras sabrosas papas a la francesa con salsa y cátsup pero ¿Dónde las compras? ¿En el super o en el mercado? Si estás comiendo de las papitas congeladas tienes que ser consciente de toda la grasa que estás ingiriendo. Debido a la congelación, cuando echamos las papas a freír, éstas absorben más grasa y aumenta el nivel de calorías (unas 500 por cada 100 gramos de tubérculo)