La cúrcuma es una planta de color mostaza que le agrega sabor a nuestros alimentos, pero no es lo único que hace, sino que también, gracias a las propiedades que tiene, proporciona muchísimos beneficios. A continuación, te contamos cuáles son.

  • Reduce la acides estomacal

La cúrcuma puede ayudar el malestar causado por los alimentos muy condimentados o fritos, incitando las secreciones del jugo gástrico y pancreático, lo cual facilita la digestión. Es recomendable para personas que tienen una lenta digestión, gastritis, inapetencia, o dispepsia.

  • Alivia los cólicos

Debido a que cuenta con eugenol, es un buen remedio para aliviar los cólicos y para regular los ciclos menstruales. También, ayuda a evitar gases.

  • Ayuda al hígado

Protege al hígado y ayuda a desaparecer las piedras en la vesícula biliar. Además, tiene un efecto antiinflamatorio. Es recomendable que la consuman las personas que sufren ictericia, cirrosis o que tengan alguna enfermedad hepática.

  • Lucha contra el cáncer

Contiene componentes anticancerígenos, que ayudan a combatir el cáncer de piel, de mama, de colon y el de duodeno. Además, ayuda a que el organismo pueda recibir de una mejor manera tratamientos de alto impacto como la quimioterapia.

  • Alivia la artritis

Gracias a sus propiedades antiinflamatorias, la cúrcuma ayuda a aliviar la artritis y los síntomas provocados por el síndrome del túnel carpiano.

  • Antidepresivo

La cúrcuma sirve para tratar la depresión y para estimular el sistema nervioso. También, reduce los niveles de estrés y aumenta la producción de serotonina.

  • Ayuda el corazón

Esta raíz ayuda a prevenir enfermedades cardiacas, ya que reduce los niveles de triglicéridos y del colesterol dañino.

  • Combate los problemas respiratorios

Ayuda a tratar problemas respiratorios como la bronquitis y el EPOC, ya que tiene propiedades antiinflamatorias, anti bronquiales y antioxidantes.

El consumo de esta raíz, proporciona muchos beneficios. Sin embargo, no hay que consumirla en exceso. Es importante que NO sea consumida por mujeres que están embarazadas o lactando, ni por personas con reflujo gástrico o con problemas en la vesícula biliar. Personas que acaba de salir de una operación tampoco deberían consumirla, ya que retrasa la coagulación.

Con información de Mejor con Salud