1. Cambios repentinos de temperatura: Evitan que el organismo hidrate debidamente las zonas expuestas.
2. Estrés/emociones fuertes: Si sufres tu trabajo, peleaste con tu pareja o te sientes ansiosa, tu piel te lo recordará.
3. Comida chatarra: No sólo puedes tener una espinilla por comer chocolate, sino que el exceso de grasas deshidrata tu piel más rápido de lo que crees.
4. Cosméticos: Incluye aquí tu perfume favorito y maquillaje, pues sus químicos tapan los poros y evitan que transpiren correctamente.
5. Procedimientos agresivos: Depilación, rasurado, hilo brasileño… Tu piel en axilas, piernas o área del bikini (y la cara, en caso de los hombres) no son obstáculos para navajas, agua caliente y after-shave al mismo tiempo. Todos estos procedimientos lastiman la piel y la deshidratan.
6. Genética: Sí, otra cosa para agradecer a tus papás.
7. Estilo de vida: ¿Empezaste a fumar desde joven? ¿Y bebías? ¿También usas ropa ajustada, dura o que te roza? ¿Necesitas más explicaciones?
¿Qué hacer?
Una vez que ubicaste la posible causa de tu piel sensible, utiliza el producto más adecuado para devolver el equilibrio en cada zona afectada. Nuestra línea preferida es Neutro Grisi que, por sus fórmulas hipoalergénicas (no causan alergias) libres de fragancia y con un pH cercano al de la piel, es ideal para proteger la piel sensible de toda la familia. ¡Guarda el secreto y olvídate de la piel irritada para siempre!