Todos hemos tenido sueños, ya sea buenos o malos; aquellos que queremos recordar toda la vida y esos que se olvidan a los dos minutos; cada persona ha visto sus deseos en los sueños, por algo llevan este nombre, pero ¿qué pasa con tu cuerpo mientras sueñas?
Aproximadamente pasamos una tercera parte de nuestra vida dormidos, es muy importante hacerlo ya que nos ayudará a dar lo mejor de nosotros durante el día, aparte que hace que todo nuestro cuerpo descanse.
Aunque pasamos tanto tiempo dormidos, sólo soñamos por un instante, en promedio 6 años de nuestra vida los pasamos en esta actividad. Aquí te explicaremos más sobre este momento único.
En primera, al soñar, nuestro cerebro se activa casi en su totalidad, para lo que es necesario tener un flujo fuerte de sangre; en realidad sólo una parte de nuestros cerebros no funciona mientras soñamos, esa es la parte lógica, es por ello que muchas veces nuestros sueños pueden llegar a ser irreales.
Nuestros sueños podrían exteriorizarse y nosotros hacer actividades mientras dormimos, de ahí el sonambulismo. Normalmente, para que esto no pase, el cerebro le manda señales a la médula espinal, de tal forma que paraliza de manera temporal nuestros miembros, excepto los ojos, los cuales al soñar, tienen mucho movimiento. Hay veces que despertamos antes de que la parálisis del cuerpo se quite, es de ahí que viene esa sensación de “se te subió el muerto”, pero sólo tiene que ver con el funcionamiento de nuestro cuerpo.
Otro hecho que pasa mientras soñamos, es una de las funciones más importantes que hace nuestro cerebro en este momento. Escoge los recuerdos importantes y deshechas los otros. Es por ello que al día siguiente de estudiar, recordamos mejor las cosas. Es de vital importancia dormir para que nuestro cerebro pueda cumplir con esto.
Aparte, nuestro cerebro al dormir, intenta arreglar los problemas que tuvimos durante el día, no nos damos cuenta de ello, pero al despertar hay muchas veces que vemos las cosas de manera distinta o que tomamos una decisión, es decir “lo consultamos con la almohada”.
Ahora hablemos de las horribles pesadillas, éstas muchas veces son el reflejo de nuestros miedos e inseguridades, recordarlas al día siguiente no quiere decir amargarnos el día, sino entendernos mejor y buscar soluciones a nuestros problemas.
La realidad, es que sólo entendemos una parte de nuestros sueños, no hay nadie hasta el momento que pueda darles una explicación a éstos, y está bien, porque lo bonito de soñar, es esta magia que no se puede explicar.
Fuente: La mente es maravillosa