Si tu hijo no come lo suficiente o sólo le gustan ciertos alimentos, seguramente estás preocupada porque pueda tener una deficiencia en vitaminas o nutrientes. Aquí te decimos cómo identificar si es el caso de tu hijo.
Observa bien a tu hijo y aprende a detectar alguna de estas señales:
Tabla de Contenidos
Cansancio, somnolencia o depresión
Siempre se dice que un niño sano tiene una energía inagotable. Así que si nuestros hijos prefieren quedarse a ver televisión, dormir o evitar cualquier actividad física, es porque podría tener una deficiencia de hierro.
Falta de concentración o problemas de aprendizaje
La deficiencia de zinc está relacionada con el déficit de atención. Si tu hijo no ingiere suficiente carne, vegetales, frijoles o granos integrales, lo más probable es que no logre enfocar su atención.
Piel seca
La falta de vitaminas se refleja en la piel, tanto en la textura como en el color, ya que se puede tornar un poco amarilla y pálida. Tal vez le falte hidratación o más ingesta de ácidos grasos esenciales, vitaminas A, E y D, potasio.
Pérdida de peso
Es una señal inequívoca de que algo está pasando con el pequeño como una mal nutrición, malabsorción de nutrientes o problemas de salud.
Estreñimiento
Cuando nuestro hijo come solo unos cuantos alimentos, es normal que le falten nutrientes como la fibra, la cual ayuda a que su intestino trabaje correctamente.
Irritabilidad
Si el niño se la pasa de mal humor, tiene cambios de humor repentinos, llora sin razón o está ansioso, puede que le falten nutrientes o no esté comiendo adecuadamente.
Retraso en el crecimiento
Una falta de nutrientes o una mala alimentación se refleja cuando el niño no tiene una estatura y talla adecuadas para su edad.
Aunque un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition revela que los niños quisquillosos no siempre tienen deficiencias nutricionales si se les controla el consumo de azúcar; sin embargo, suelen tener bajos niveles (pero no alarmantes) de caroteno, hierro y zinc.
Fuente: Naran Xadul