Entrevista con la Dra. Silvia Moguel Ancheita, cirujano oftalmólogo estrabólogo, máster en neurociencias
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¿Podría comentarnos acerca de la importancia de los cuidados oftalmológicos en los niños?
La visión es una de las funciones más importantes para la adquisición de múltiples habilidades y aprendizaje del ser humano. Los circuitos cerebrales son redes complejas que reciben estimulación de las funciones sensoriales, dentro de las cuales la visión, al ser una de las que participan en gran cantidad de funciones, recorre estas redes neuronales haciendo conexiones múltiples y participando de este modo con funciones tan variadas y complejas como el pensamiento abstracto, la memoria de corto plazo, la adquisición de diferentes tipos de inteligencia, habilidades visumotoras, etc., todas las áreas interconectadas con la función visual van a ser estimuladas adecuadamente aún sin tener una relación francamente aparente.
Un bebé al abrir los ojos y empezar a recibir estímulos visuales desde las primeras semanas de vida inicia un ensayo para obtener binocularidad y hacer participar con visión, elementos en desarrollo en ambos hemisferios cerebrales, núcleos interconectados, áreas diversas, cercanas y a distancia, para lograr circuitos integrados; por ejemplo de las primeras funciones que se estimulana través de la visión son la empatía (el bebé sonríe a la madre, se comunica, la imita, balbucea, y esto tan prematuro es un elemento para la supervivencia).
Esta red neuronal ocurre mayormente en los primeros años de vida y hacia la adolescencia, en ello radica la importancia de vigilar y favorecer desde el nacimiento que la función visual se establezca adecuadamente a través de un desarrollo sano.
¿Qué tanto afecta el estrabismo en los niños?
Afecta mucho. Si las funciones visuales deben madurar y hacer conexiones en paralelo hacia todos los núcleos y circuitos cerebrales, la presencia de cualquier desviación ocular provocará falla de esta red neuronal.
Al estar desviado un ojo, el niño realiza una función cerebral de adaptación en la que la imagen del ojo desviado tenga que mantenerse fuera de la percepción subjetiva, de modo que no “estorbe” ni provoque visión doble. Esto lo logra a través de alteraciones de los elementos, núcleos y redes binoculares interhemisféricos, con cambios estructurales y neuroquímicos, generando entonces un desequilibrio a nivel cerebral, que interrumpe el adecuado funcionamiento visual y la binocularidad; y las funciones cerebrales que dependían de la estimulación visual se verán también afectadas, desde aquellas funciones tan primitivas del ser humano como es la atención, hasta más nuevas antropológicamente hablando como los circuitos polimodales, inteligencia y diferentes tipos de aprendizaje.
Estos cambios constituyen la llamada AMBLIOPÍA. Ha sido comúnmente llamado “Ojo flojo” al ojo ambliope que tiene disminuida la visión en un estrabismo, pero si lo vemos más integral, el problema no radica mayormente en el ojo sino en toda la red neuronal y los circuitos hacia los que la visión tenía que participar, de modo que es fácil suponer que el estrabismo provoque malas destrezas visuales y motoras pero también va a alterar el habla, la comprensión, la memoria, atención, etc. Al haber diferentes formas de estrabismo, el grado de daño también es variable, y dependerá del tipo de estrabismo, la causa, el tiempo de evolución, la eficacia y prontitud del tratamiento y la respuesta y capacidad cerebral de cada niño.
¿Qué señales de alerta indican que un niño podría tener o desarrollar estrabismo?
Al nacer los ojitos de los bebés deben ser revisados, esto inicialmente lo realiza el pediatra, así que ante cualquier anomalía ocular o desviación ya presente al nacimiento, debe enviarlo inmediatamente al especialista.
Existen estrabismos por malformaciones de los nervios craneales del primer trimestre de gestación que son notados desde el nacimiento.
En los dos primeros meses de vida, el bebé hace ensayos de fijación y acomodo de los ojos, generalmente de afuera hacia el centro, pero las convergentes o “bizcos” no son lo común y deben vigilarse estrechamente; hacia los 3-4 meses todos los bebés deben tener los ojos derechos y haber logrado la adecuada coordinación de ambos ojos.
Cualquier desviación ocular posterior a los 4 meses, y como mencionamos en casos especiales incluso antes, debe diagnosticarse y tratarse adecuadamente. Luego, existe una fase de desarrollo de acomodación o enfoque hacia los 8 meses y hacia el año y medio, en donde niños que estaban con los ojos derechos pueden iniciar un estrabismo.
Entre algunas señales de alerta visual podemos mencionar: cualquier desviación ocular, desviaciones de la mirada, fallas de movimiento ocular, falta de atención o fijación sobre todo en bebés, temblores oculares, movimientos anormales, nistagmo, tortícolis al fijar, guiños, pupila blanca, dolor ocular, frotamiento, huida a la luz, etc.
¿Hay manera de prevenir el estrabismo?
La manera de prevenir la discapacidad visual en peligroso aumento en el mundo, es la revisión oportuna infantil. Los ojos deben revisarse al nacimiento para asegurar que los órganos están sanos. Todos los niños prematuros deben ser revisados de la retina bajo dilatación pupilar con gotas especiales a las 4 semanas de vida.
Posteriormente durante su crecimiento y desarrollo deben ser revisados por el oftalmólogo 1 a 2 veces al año, dependiendo de la evolución o cambios. Los astigmatismos hipermetrópicos son comunes en los niños pequeños y si no se corrigen pueden ser causa de ambliopía; los errores de refracción que aparecen en la adolescencia, las miopías de desarrollo, etc., deben ser corregidos oportunamente.
¿Qué hace falta en México para que pongamos más atención a la prevención de las enfermedades oculares?
Las cifras de discapacidad visual en México son alarmantes, como en el resto del mundo. Es triste pensar que el 80% de la discapacidad visual pudiera haberse evitado.
De este porcentaje, prácticamente la mitad de la discapacidad visual es debida a la falta de tratamiento de los errores de refracción, por el desconocimiento sobre los defectos oculares especialmente en los niños; por ser un ojo pequeño en la infancia debe haber algún grado de astigmatismo hipermetrópico, y esta es una de las primeras causas de falla visual, por ende los niños deben usar los lentes correpondientes para que su desarrollo visual sea el mejor.
Hay que hacer notar que una vez dañada la visión, si esta es irrecuperable, las cifras de personas legalmente ciegas aumentan y México no tiene una infraestructura educativa ni laboral fortalecida para ellos, perdiendo así su capacidad económica, que pasará a ser soportada por la economía familiar, lo que conforma un problema de Salud Pública.
Las lineas de comunicación entre oftalmólogos deben incluir a los profesionistas diversos que tienen contacto con los niños, como los pediatras, neonatólogos, rehabilitadores, neurólogos, médicos generales, médicos familiares, optometristas, profesores, etc. Este año nuestro trabajo ha sido dirigido a mejorar las líneas de comunicación entre profesionistas en Discapacidad Visual.
¡PORQUE TODOS TENEMOS QUE HABLAR!